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El miedo es una de las emociones humanas básicas que experimentan absolutamente todas las personas, independientemente de su género, edad y condición social. Para saber cómo hacer frente a esta condición desagradable, es importante comprender cuáles son los beneficios y los daños del miedo para una persona y cómo se puede utilizar.
Que es el miedo y como surge
El miedo es una emoción de color negativo que surge en respuesta a una amenaza a la seguridad. Esta amenaza puede existir tanto en el mundo real (aquí y ahora) como en la conciencia de una persona cuando imagina un posible resultado de los eventos. Tal miedo sirve como una reacción emocional protectora, cuya propiedad, para advertir al cuerpo contra un posible peligro, se basa en el instinto de autoconservación, que es más importante para una persona.
El beneficio del miedo es la activación de varios tipos de reacciones que ayudan a una persona a adaptarse a un entorno radicalmente cambiado. Los principales signos de tal emoción son los ojos bien abiertos y una congelación aguda.
A veces, el miedo se asocia con el coraje: se cree que las personas valientes muestran automáticamente las propiedades de la valentía. Sin embargo, esto no es así: el coraje refleja el aspecto volitivo: la intención de una persona de superar los obstáculos, para incluir en sí misma, si es necesario, determinación y confianza. El miedo está asociado al aspecto emocional: incluso las personas más valientes tienden a tener miedo de algo.
A nivel mental, esto provoca ansiedad, ansiedad, trastornos del sueño y del estado de ánimo, y a nivel fisiológico, esto se acompaña de aumento de la presión arterial, pulso y respiración acelerados, sudoración profusa, debilidad, náuseas, sequedad de boca, etc.
Hay muchas razones para la aparición del miedo. Además de las situaciones en las que una persona se enfrenta directamente al peligro, este miedo puede tener sus raíces en experiencias pasadas, generalmente en la primera infancia, que afectaron la psique con el daño de una experiencia traumática. Su origen podría ser el maltrato psicológico o físico de un niño, diversas creencias y prejuicios de los padres, que se depositaron en las profundidades del subconsciente del niño.
La versión esotérica es la búsqueda de las causas del miedo en los hechos traumáticos ocurridos en la "vida pasada" de una persona, por lo que se utiliza la hipnosis regresiva para neutralizarlo.
Además, cualquier situación estresante del pasado, que provocó un sentimiento de gran malestar y ansiedad, puede luego trasladarse a sucesos similares y provocar las mismas reacciones emocionales.
En la vida cotidiana, el miedo a veces se denomina fobia. Sin embargo, una fobia representa una respuesta emocional persistente y dolorosa a una situación específica que lleva a la persona a un sentimiento de impotencia y desorientación total. Mientras que el miedo normalmente no tiene un carácter estable y sirve para movilizar el cuerpo para prevenir aún más el peligro.
Causas del miedo
Las causas más comunes de emoción protectora incluyen:
- Apego a objetos del mundo exterior, dependencia de ellos. Tendemos a ceñirnos a las cosas que son significativas para nosotros, las personas, las circunstancias de la vida. Con el tiempo, este apego puede convertirse en adicción, en cuyo contexto comienza a desarrollarse el miedo a perder o perder un objeto vital.
- Falta de fe en algo, incapacidad para remitirse a un solo sistema. La incapacidad de una persona para reconocerse a sí misma como parte de algo en su totalidad, como resultado, forma un sentimiento de miedo interno. En el subconsciente nace un sentimiento de duda, en el futuro, la perdición, la impotencia y el miedo a lo desconocido. Y viceversa, pertenecer a un determinado sistema da lugar a la fe y el sentimiento de seguridad y paz asociado a él.
- Baja valoración de las propias fortalezas y capacidades, sensación de incompetencia frente a los demás. Esto sirve como base para el surgimiento de un complejo de inferioridad de la personalidad, el miedo a ser rechazado por la sociedad y suscitar la desaprobación de los demás. Una persona de un sujeto que influye en la vida comienza a identificarse con un objeto que está en pleno poder de personas significativas que eventualmente pueden destruirlo. En este contexto, surge el miedo a la muerte, que en el futuro puede convertirse en la base para el desarrollo del miedo a la discapacidad, al envejecimiento, etc. Ejemplos de manifestación son los miedos a la pérdida de una profesión, la pérdida del estatus social.
Tipos de miedo
Entre las diversas clasificaciones del miedo, se puede destacar el sistema moderno de V. Shcherbatykh, según el cual esta emoción funciona en tres niveles básicos de la existencia humana.
Biológico
A nivel biológico, las personas tienden a experimentar ansiedad y miedo ante fenómenos que amenazan la salud y la vida, incluidos los elementos y desastres naturales, animales venenosos, etc. Tales miedos están justificados por condiciones reales de peligro.
Social
Los miedos sociales a menudo surgen de miedos biológicos (por ejemplo, el miedo de un niño a los dentistas puede traducirse más tarde en evitar el sillón del dentista durante toda la vida). La naturaleza social puede ser:
- miedo a no agradar a personas influyentes (director de trabajo, profesor, etc.);
- miedo al fracaso;
- evitar la responsabilidad de algo (en la familia o en un equipo);
- miedo a la soledad, falta de atención y cuidado de los demás;
- preocupación por la valoración negativa o la condena de la sociedad.
Miedo existencial
Los miedos internos, o existenciales, tienden a surgir en las estructuras profundas del cerebro. Por lo general, no son reconocidos por la propia persona, y el objeto al que se dirige el miedo solo puede indicarse mediante características generales:
- miedo a uno mismo;
- miedo a perder el tiempo, así como a un futuro incierto y a la muerte;
- ansiedad frente a algo desconocido y no identificado (misterios del mundo).
Los representantes del existencialismo creen que el uso de miedos tan profundos está en su capacidad para liberar a una persona de todo lo que es insignificante y llevar al más alto nivel de conexión con su esencia (existencia), lo que abre el significado de la existencia.
Miedos de la infancia
Los mecanismos emocionales naturales de protección contra el peligro en forma de miedos en los niños son normales, pueden volverse neuróticos, con una educación inadecuada (por ejemplo, con la ayuda de un castigo). Entre ellos están:
Miedos obsesivos
Surgen en el subconsciente del niño al experimentar situaciones que provocan una reacción de pánico en el niño. Ejemplos serían:
- miedo a las alturas (caer);
- miedo a los médicos (dolor);
- miedo a las áreas abiertas o una gran multitud de personas (para un niño esto significa el peligro de perder a sus padres).
Miedos delirantes
Pueden indicar problemas graves en la psique del niño. Encontrar la causa de tales temores y explicarlos es bastante difícil.Por ejemplo, el miedo de un niño a jugar con cierto juguete o ponerse una prenda en particular.
Si el padre ha descubierto tal miedo, debe intentar averiguar la razón objetiva de tal miedo. Quizás, sosteniendo un juguete en sus manos, el bebé se cayó o se golpeó, y posteriormente este objeto en particular se asociará con el peligro.
Miedos fantásticos
Estos miedos más comunes se deben a la situación de la vida habitual, pero con el tiempo pueden apoderarse por completo de los pensamientos y el subconsciente del niño. Un ejemplo sería el miedo a la oscuridad, que pronto puede convertirse en miedo a los "grandes y terribles monstruos" que viven en ella.
Miedos a la edad
También es costumbre destacar los llamados miedos relacionados con la edad que surgen y desaparecen a una determinada edad y se consideran la norma en el desarrollo infantil:
0 - 6 meses |
Miedo a sonidos fuertes y agudos, movimientos, destellos de luz. |
7-12 meses |
miedo a los sonidos fuertes; extraños, cambiarse de ropa, cambiar de entorno, iluminación, temperatura |
12 años |
miedo a la separación de los padres, malos sueños, extraños |
23 años |
miedo a perder a los padres, cambios en el entorno y la ubicación de cosas familiares, elementos naturales, niños desconocidos de la misma edad, objetos desconocidos: electrodomésticos, etc. |
35 años |
ansiedad asociada con la muerte (entender que la vida no es eterna), desastres naturales, dolor |
6 - 7 años |
miedo a los héroes de cuentos de hadas (brujas, hechiceros, monstruos y fantasmas), soledad, violencia física, perderse a sí mismo o perder a sus padres, |
7-8 años |
miedos a lugares oscuros (sótanos, armarios), accidentes naturales, desastres, falta de amor por parte de los demás (amigos, padres, maestros en la escuela), rechazo por parte de "personas importantes" |
8 - 9 años |
miedo a la derrota en los juegos, bajo rendimiento académico, convicción de engaño, peleas con los padres |
9 - 11 años |
miedo a ciertos animales, alturas, enfermedades que suponen una amenaza para las personas (alcohólicos, bandidos, hooligans) |
11 - 13 años |
preocupaciones acerca de que otros no aceptan su apariencia, enfermedad y muerte, abuso sexual y físico, críticas y comentarios de los ancianos |
Los miedos de un niño, dejado sin la atención de los padres, en el futuro pueden tener consecuencias negativas y dañar su destino. En el futuro, puede encontrar problemas de adaptación en el equipo, y todo esto también puede resultar en daños por la aparición de neurosis y complejos graves. Por ello, es especialmente importante prestar atención a tiempo a la aparición de tal o cual miedo en el niño e intentar ayudarlo buscando la ayuda de un especialista.
¿De qué sirven los miedos?
Para una persona, el miedo inicialmente desempeña una función útil de protección de una posible amenaza a su existencia. Hay varios ejemplos de los beneficios de este o aquel miedo:
Miedo al dolor
El miedo al dolor (o algofobia) es beneficioso cuando incita a una persona a pensar mejor sobre las consecuencias de sus acciones.
El miedo al dolor físico puede salvar la vida humana, actuando como una "señal de freno" frente a un posible peligro, que incluye la liberación de adrenalina al torrente sanguíneo y, como resultado, la movilización activa de todos los recursos principales del cuerpo, lo que aumenta su resistencia física. Se han descrito muchos casos en el mundo en los que, en un estado de miedo, las personas realizaron acciones más allá de sus capacidades habituales.
Miedo al agua, al fuego y a los animales
El miedo asociado al agua, o hidrofobia, en una persona que nada mal es absolutamente normal, el beneficio del cual es preservar su vida. Del mismo modo, el miedo al fuego (pirofobia) y otros elementos, así como los ataques de animales, suelen basarse en experiencias negativas específicas.Sin embargo, por origen, son los miedos biológicos más antiguos: la balanza se inclina hacia el beneficio o el daño, dependiendo de la presencia de un componente neurótico, que, fuera de la norma, transfiere una señal de alarma emocional de una tarea constructiva de autoconservación a un nivel destructivo de destrucción mental.
Miedo a la oscuridad
Los estudios sobre los beneficios y daños del miedo a la oscuridad han demostrado que tiende a manifestarse en más del 90% de las personas: la diferencia está solo en el grado de gravedad. Habiendo nacido en la primera infancia, puede fijarse y manifestarse regularmente en la conciencia de un adulto.
El beneficio del miedo a la oscuridad, además de su función protectora directa, está indirectamente relacionado con la creatividad, ya que la emoción tiende a manifestarse activamente en personas con una rica imaginación. Un recurso energético útil de este miedo se puede utilizar para desarrollar las habilidades creativas de una persona.
Miedo a estar solo
El miedo a la soledad o, en una manifestación dolorosa, a la monofobia, es perjudicial para el aislamiento social, pero normalmente los beneficios de tal miedo también están ocultos en el potencial de la persona misma. Los estudios psicológicos han demostrado que los monófobos suelen ser personas abiertas y amistosas con un círculo bastante amplio de amigos y conocidos. Suelen valorar la amistad y las relaciones, pero temen perder todo esto.
Miedo a la muerte
Este es un sentimiento natural para todos, que, sin embargo, en el nivel de tanatofobia, priva a una persona de fuerza. Dominar el potencial energético detrás de este miedo abre el camino a un nivel trascendental de revalorización de la propia vida. Las cuestiones de "vida o muerte" ayudan a las personas a construir sus principios y pautas morales. Por ejemplo, el miedo a la muerte súbita contribuye a que la persona tome conciencia del valor de cada momento vivido y motiva a disfrutar de la vida en todas sus manifestaciones.
El efecto útil de la técnica de deshacerse de la obsesión por la idea de la muerte se basa en esto: “muere antes”: imaginar que lo inevitable ya ha sucedido. Y pensar en lo que más causa arrepentimiento en una versión tan fatal de los hechos: un asunto pendiente, una palabra no dicha en el tiempo, un deseo incumplido. Todo lo que este análisis revele debe ponerse en práctica.
Miedo a las alturas
El miedo a las alturas aporta indudables beneficios a la seguridad humana, protegiéndolo, por ejemplo, de los riesgos de un entretenimiento tan popular ahora como el "puenting", el puenting y la cuerda. En una manifestación saludable, el miedo obligará a una persona a evaluar su fuerza y el posible daño de los efectos adversos de tales estimulantes de adrenalina. Sin embargo, si una persona experimenta pánico, incluso mirando por la ventana de un edificio de varios pisos, esto será un signo de la presencia de acrofobia, que necesita una terapia a largo plazo.
Lo mismo ocurre con miedos similares: por ejemplo, el miedo a un espacio cerrado o abierto, que normalmente tienen indudables beneficios para la vida de una persona, y en forma de manifestación irracional de dichas emociones (claustrofobia y agorafobia, respectivamente) puede perjudicar un trastorno mental grave.
El daño del miedo
Sin embargo, además de los beneficios para la preservación de la vida humana y la supervivencia de la especie en su conjunto, el miedo también puede representar un grave peligro para la existencia normal de un individuo.
El daño más obvio del miedo se manifiesta en bloquear la capacidad de pensar adecuadamente en una situación de peligro. Por ejemplo, de pie frente a una bestia agresiva, hay una alta probabilidad de experimentar entumecimiento o apresurarse a correr, lo que complica aún más la situación.
El miedo constante, que se convierte en fobia, tiende a inhibir el funcionamiento normal del sistema nervioso, lo que amenaza con el daño de las condiciones depresivas.
El daño de algunos tipos de miedo es especialmente peligroso para los humanos: por ejemplo, el miedo a un espacio confinado es a menudo de naturaleza hereditaria, y el resultado de los estados de pánico resultantes pueden ser neurosis, depresión, hasta la probabilidad de autolesión o, en casos graves, suicidio.
Esto se refleja activamente en nuestra conciencia: el miedo a la oscuridad puede convertir a una persona en un verdadero paranoico, la hemofobia (miedo a la sangre) provoca un shock emocional en cada colisión de una persona con la visión de la sangre, y el miedo a la oscuridad (nitofobia o acluofobia) hace que su portador duerma con la lámpara encendida.
El miedo a algo empeora la calidad de vida de una persona, colocando su conciencia en un determinado marco. Por ejemplo, una persona que le teme al agua a menudo no puede aprender a nadar ni siquiera con un instructor. Por eso, el poder del miedo provoca en la mente de los complejos la indecisión.
El miedo es capaz de quitarle la fuerza vital al dueño, enfocando la concentración de atención y pensamientos obsesivos alrededor del objeto fobia.
En general, los beneficios y daños de cualquier miedo se pueden presentar en forma de tabla:
|
Beneficio |
Daño |
Miedo al agua, al fuego, a los animales |
El riesgo de ahogamiento, quemaduras o mordeduras por un animal depredador se reduce significativamente |
Tales miedos tienden a convertirse fácilmente en neurosis, lo que causa un gran daño a la salud mental de una persona. |
Miedo a la oscuridad |
Puede indicar la creatividad de una persona. |
La noche o estar en un lugar oscuro provoca ataques de pánico. |
Miedo a la muerte |
Conciencia humana del valor de la vida |
Pensamientos obsesivos sobre su muerte prematura |
Miedo al dolor |
Evita que una persona realice acciones precipitadas o extremas |
Una disminución significativa de la calidad de vida humana; puede llevar a una serie de otros miedos, como visitas a médicos |
Cómo lidiar con los miedos dentro de ti
Cada miedo contiene señales útiles para una persona, sin embargo, de forma distorsionada, esta emoción solo consume energía y causa un daño grave a la psique. Hacer frente a las fobias es una tarea bastante difícil que solo un especialista puede resolver, sin embargo, con un estudio competente de los estados de ansiedad se abre un espacio para un mayor desarrollo.
Las técnicas básicas serán útiles en esto.
Compara tu miedo con los demás
El secreto es simple: cada uno de nosotros tiende a exagerar o dramatizar los problemas. Al comparar su miedo con el de los demás, más grave, una persona a menudo se da cuenta de que su "tragedia" no es tan terrible como parece, y el miedo abandona gradualmente su conciencia.
El miedo se hizo realidad
Incluso en la situación más difícil, es necesario mantener la calma y eliminar el significado del miedo. Esto se puede hacer como la técnica de "morir de antemano": imaginar lo peor que puede pasar: la encarnación de su miedo en la realidad. Entonces necesitas concentrarte en tu energía interna y tratar de mirar constructivamente la solución al problema.
Abajo con el pasado
Curiosamente, la mayoría de las "fobias" se basan en experiencias pasadas de lidiar con situaciones que llevaron a algún tipo de fracaso. Por lo tanto, es más importante encontrar la causa del miedo en su pasado y no tener miedo de intentar pasar por eventos similares en el futuro.
Vivir aquí y ahora
Dichos consejos serán especialmente útiles para las personas que tienden a asustarse con un futuro terrible e impredecible, privándolas de energía y fuerza para la vida real. La mejor solución es intentar vivir el momento, quitando el significado de los supuestos: hasta que no se manifieste en la realidad, no hay por qué preocuparse.
Conclusión
Como ocurre con cualquier fenómeno de nuestra vida, los beneficios y los daños del miedo son dos caras de la misma moneda. Todos los miedos tienen normalmente las propiedades útiles del instinto de autoconservación, pero cuando se fija el significado, pueden convertir a una persona en su víctima. La habilidad desarrollada para manejar las llamadas fobias es un beneficio directo como motivación para el desarrollo de la personalidad.